martes, 27 de mayo de 2025

La construcción de una comunidad colmenar en Venezuela

 


  De La estación de Metro de Caño Amarillo en Caracas, vamos subiendo el cerro en un espiral ascendente hacia el 23 de Enero; objetivo: conocer la experiencia en la Comunidad Socialista el Panal.

Para los montevideanos el 23 de enero es un barrio que asemeja a los complejos habitacionales de Euskalerria, solo que éstos tienen un bochinchero colorido caribeño.

Cira será nuestra guía recorriendo primero el barrio para luego ser el contacto con Robert Longa, principal vocero de la Fuerza Patriótica Alexis Vive (FPAV).

Cira, europea de origen se afincó hace tiempo en éste barrio y es uno de los cuadros políticos de formación de la FPAV.

El 23 de enero es un barrio cargado de historias de resistencias populares, retaguardia de grupos guerrilleros en los 70 y de luchas de masas durante la cuarta República, y de base de movilización desde la Venezuela que nació con Hugo Chávez.



Este sábado la gente hace la vida cotidiana de cualquier complejo habitacional; aprovecha el sol para disfrutar de los espacios públicos y se aglomera en torno a (incomprensibles aún para mi todavía) partidos de beisbol.

También hay canchas de fútbol, pero el beisbol se lleva las palmas, y las almas.

Me empieza a sorprender que entre la gente de variada edad que deambula entre los corredores, muchos llevan la remera celeste de la FPAV; “aquí somos un vecino mas y la gente nos reconoce como uno de ellos”, me explica Cira.

El paseo a la sombra de los grandes bloques de pronto se torna en un pasillo angosto que empieza a recorrer otra arquitectura, casas bajas de uno o como mucho dos pisos, mas humildes pero igual de concentradas.

Un detalle pintoresco cada tanto es un cartelito en la puerta: “acá vive un carpintero” u otros oficios.

La presencia de la FPAV es evidente en muros y en carteles que anuncian la distribución de alimentos u otros servicios para la comunidad.




La Alexis Vive

Por su metodología la FPAV semeja una clásica organización anarquista; es una organización política con un fuerte arraigo en el trabajo social y desarrollo de la comunidad, no es una apuesta electoral y pretende “dejar de existir” cuando la comunidad esté en condiciones de hacerse cargo de su propio rumbo.

Pero no es anarquista claro, de hecho se definen como una organización de cuadros leninista.

Hay una simbiosis entre la actividad político partidaria y la comunal que no es sencilla de establecer sus limites; los naturales dirigentes comunitarios que encabezan proyectos o sostienen organizaciones integran la FPAV.

Al decir de Cira, la militancia de la FPAV es el “motorcito” de ésta comunidad.








La FPAV no solo encara el desarrollo comunitario; también ha debido asumir la autodefensa de la comunidad cuando ésta ha sido intervenida por las bandas del narcotráfico y otras formas de delincuencia, lo que le ha permitido ganarse el respeto y reconocimiento de la comunidad.

La FPAV por supuesto no  es ajeno al proceso político bolivariano y se enmarca dentro de una estrategia global de desarrollo del futuro Estado Comunal y se ha colocado bajo el “paraguas” del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) estableciendo alianzas de apoyo electoral con alguno de sus sectores.

La FPAV no solo ha organizado a la comunidad socialmente siguiendo su histórico acervo comunal de organización, sino que impulsa proyectos productivos en la búsqueda de una autonomía y soberanía que permita ir construyendo el carácter socialista de la comuna.

La Confederación Comunal

Con Cira recorremos algunos de los proyectos productivos; un pequeño frigorífico de cerdos que aspira luego a faenar otras especies de animales incluidos vacunos, producción horticola, de productos de limpieza, textiles, de producción de materiales de construcción y otros proyectos de carácter educativo y cultural.

Durante la crisis de la pandemia, la FPAV generó un bono que sustituyera la escases de bolívares y la economía venezolana, generando un Banco que permitiera una economía interna alternativa.

Como organización de cuadros la formación política cumple un rol central.

Una de las limitantes para el desarrollo de muchas de las actividades laborales explica Cira es la poca formación en muchos rubros de oficios de la población, nacida en un pais rentista. El actual proceso de desarrollo productivo que impulsa el gobierno de Nicolás Maduro genera expectativas en revertir esa situación, contando con la ayuda de brigadas internacionales que brindan su experiencia laboral.

La FPAV mantiene una mirada constante apoyando la lucha de otros pueblos y en ésta coyuntura, la del pueblo palestino, que se expresa en pintadas de muros y actividades de difusión.

Luego de varios contactos nos vamos a entrevistar con Robert Longa; en un rincón dentro del complejo esta “la sede” de la FPAV y la oficina donde funciona su conducción.



La profundidad del proceso

Llama la atención el dirigirse por parte de los militantes de la FPAV a Longa como Comandante; seguramente es la lógica de organizaciones que desarrollan actividades de autodefensa, pues lo mismo hemos apreciado entre la militancia del Movimiento Revolucionario Tupamaro.

Una lógica nada descabellada si se toma en cuenta la violencia desatada desde el golpe de estado contra Chávez por parte de la extrema derecha política.

Longa es un dirigente joven, corpulento, que inspira cierto respeto quizás por la condición que el entorno hace prevalecer como  de un comandante.

Habla rápido y tiene un relato que apela constantemente para fundamentar sus expresiones a la cita de dirigentes políticos de la izquierda latinoamericana y de los clásicos del marxismo, incluidos algunos poetas de la cultura popular.

Su mirada tiene una constante valoración estratégica y táctica del proceso bolivariano y dentro de ellas, el rol de la comunidad de El Panal.

Consultado sobre si los actuales proyectos productivos ya se pueden definir como desarrollo de una economía socialista, Longa explica lo que califica como una fase de economía cruzada.

Explica Longa: “Nosotros enfrentamos una guerra económica; hay un debate mundial ahorita incluido los BRICS por el tema de los aranceles;  no queremos asfixiarnos en el mundo globalizado y  en ésta guerra. Nosotros tenemos que tener una lógica, unos elementos tácticistas que nos permita como naciones de capitales primarios (el socialismo también necesita de capital) planificar la economía, planificar la vida y  Mandel le llamaba la distribución de la riqueza. No le tenemos miedo a la riqueza, nosotros estamos en una etapa de tener acumulación de capitales para construir un modelo de producción en el cual creemos y poder dar el salto”


Para Longa éste proceso de construcción que también debe apelar a un cambio cultural de las pautas de consumo, también en materia de alimentación, no puede soslayar el escenario internacional.

“Están buscando destruir la especie humana porque el humano le estorba, porque el humano siente y a nivel productivo el humano se puede “quedar dormido”, porque el humano puede cometer errores en la producción y los tipos como detestan eso, crean la pandemia y meten los robots para no tener dolores de cabeza. No es posible saber hasta dónde llegará el superhombre habiendo vencido monstruos y fabricando complicados aparatos que parecen superar a su cerebro. Construir la paz están matando al pueblo palestino, al pueblo yemení, al pueblo de Líbano, hay guerra  entre India Pakistán; están destrozando el mundo. ¿Cómo tu combates con unos carajos que están luchando por el exterminio de la especie humana,  cómo tú rivalizas en medio de la contradicción con ellos?; tienes que crear elementos que te permita tener eficiencia política revolucionaria y pasa por penetrar el mercado. Es una etapa también que te puedes definir como la transición hasta espacio y tiempo”

Longa enfatiza sobre el carácter propio de éste proyecto: “Muchas de esas cosas son muy propias de nuestra construcción. Yo no creo que estemos descubriendo el agua tibia, es nuestro proceso que nos está llevando por allá a nosotros, pero no lo decreto”.

El objetivo que se propone de largo aliento la FPAV es la Confederación Comunal que Longa define así: “Es un espacio de construcción colectiva desde donde ustedes empiezan por la ciudad comunal, un intercambio de las federaciones y que pasa por un consenso donde todas las comunas creemos un Estado Mayor, con un mayor cúmulo de participación popular y eso que llaman los consejos populares, los comunes articulados en la plataforma donde la asamblea sea la máxima instancia. Nosotros aquí en la comuna, nuestra máxima instancia de toma de decisiones es la asamblea de ciudadanos y ciudadanas. Tiene que haber un concepto de construcción, entonces nuestras comunas van a construir sobre la tesis del socialismo del siglo 21, espacio y tiempo. Ahora nosotros no tenemos diferencia entre ese socialismo del siglo 21 y el socialismo. Creemos que es el socialismo, ahora paso y tiempo y donde las comunas no pueden ser un apéndice de una estructura política, de un capitalismo de Estado. Las comunas tienen que “aburrir” al Estado y construir el modelo y ahí tiene que haber la mayor suma de participación de los comuneros direccionando al país”.

Preguntamos a Longo como se imagina ese proceso de transición y explica:
“Hay una fuerte presencia  de los movimientos sociales. Surgen los chalecos amarillos en Europa, surgen Los Nadie, los indignados en Europa.  No es que los partidos vayan a desaparecer, son las circunstancias históricas que han llevado los pueblos a asumir el poder y los partidos de nuevo tipo son  más tácticos que lo estratégico (La FPAV es un movimiento táctico) .No es el fin último de la revolución dirigir la comuna, la comuna lo tiene que asumir comuneras y comuneros. Y nosotros como parte de una de esas vértebras de esa gran columna vertebral que es el pueblo tenemos que contribuir a eso. Tenemos que ser un eje transversal en transición del Estado y esa gran masa y contribuir a la formación, porque tampoco se puede imponer el socialismo. Por eso es que hablamos de una etapa de transición hacia la comuna. Por eso es que yo creo que ahorita con el presidente (Maduro) está viendo un momento espléndido empujando a las comunas asumir, y lo hacemos combatiendo desde la lógica que se nos ha impuesto, nos desdibujamos de la construcción para que no pase como a algunos partidos de Latinoamérica que cuando llegan al poder se fueron a vivir para donde ellos cuestionaron y criticaron. El tema no se trata de un odio a la clase (burguesa),  el tema es que tú no te puedes parecer a esa clase y te olvidas de los humildes.

Yo estoy convencido que los consejos comunales y las comunas tienen que ser una creación del pueblo, no tiene que estar tutorado por nada y es el pueblo en asamblea quien define su lucha, su programa de lucha, no imposiciones ni de leguleyos ni de aristócratas intelectuales del pensamiento. Es el pueblo que tiene que haber pues y por eso democracia participativa y protagonista. Las comunas no pueden ser elementos de tercer cuarto piso porque nosotros no somos las asociaciones de vecinos de la cuarta República, y las comunas del movimiento popular tenemos que llevar una profundización de la revolución y radicalización de  los procesos”.


La visión de Longa reivindica una fuerte visión internacionalista: “Tenemos que tener una visión internacionalista en la lucha revolucionaria, es decir, por nosotros tenemos que llegar a la quinta internacional comunal socialista del mundo. Y, así ya estamos apuntando”.
Una cuestión fundamental que preguntamos a Longa es si la autodefensa y la organización de las comunas descansan y reside solamente en la lealtad de las Fuerzas Armadas a este proceso responde recitando una consigna:

“Crear, Poder Popular, crear, crear milicia popular”; pregúntale a Allende qué pasó con Pinochet? ¿Pregúntales a los argentinos qué pasó con Videla? Es  la fusión Popular, militar, policial y por eso es que se habla de la guerra de todo el pueblo. Ahora eso hay que ordenarlo porque tampoco vas a estar creando grupos anárquicos. ¿O vas a crear un estado islámico? El pueblo tiene que estar preparando sus estructuras combatientes. Ahora, no es el foco de la colectivización, de La Vanguardia, es el pueblo en armas”.









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