Un elemento que rompe la vista en las consecutivas recorridas por
distintas experiencias en Venezuela y en su proceso revolucionario es el rol
protagónico de la mujer; desde la red de Jefas de calle responsables de
distribuir la canasta de alimentos del CLAP, ser el 70% de la fuerza de
producción agrícola en proyectos comunales socialistas como el Maizal, tener
importantes referentes como en la estructura de Jueces de Paz, organizaciones
sociales y políticas en las comunas ellas ocupan un lugar preponderante, sin
embargo, como ocurre en el resto del continente, las vocerías y lugares de
representación siguen siendo masculinos y si bien muchos de ellos reúnen las
condiciones necesarias para ocupar dichos lugares, la revolución bolivariana,
en tanto proceso revolucionario, parece tener una deuda con los lugares
otorgados a las mujeres.
Por eso decidimos consultar a la antropóloga Aimee Zambrano integrante
del Colectivo Utopix, un colectivo que entre otras actividades se encarga de
llevar un monitoreo independiente del flagelo que también sufren las mujeres en
Venezuela, como es el femicidio.
Explícame un poco el
rol protagónico de la mujer en la revolución bolivariana.
Las mujeres son las que construyen el tejido social en Venezuela; son parte de
los consejos comunales de las comunas y son además las que trabajan todo el
tema del CLAP que es el tema de la entrega
de comida que se hace por zona. Y bueno, ciertamente algo que vemos es que
además con todo el tema de lo que ha sido la crisis, una crisis que además es
sistémica, todo lo que ocurre en el sur global, el hecho de que Venezuela sea
un país rentista que vive del petróleo, eso implica que por supuesto, cuando
ocurren cosas como las medidas coercitivas unilaterales que implicó sanciones a
todo lo que es el tema de la venta de petróleo, (que es lo que además termina
manteniendo al Estado y a todas las
estructuras del Estado), pasa que las
mujeres se cargan aún más con todo lo que tiene que ver con el sostén de la
vida.
Un impacto en la
cotidianeidad
Si porque ahorita te puedo decir
que las mujeres tenemos que tener cuatro o cinco trabajos remunerados para
llegar a lo mínimo, porque además todo el proceso de dolarización también ha
sido muy, muy fuerte.
En Venezuela y creo que pasa en América latina las mujeres terminan
siendo además las que se ocupan del tema de los cuidados y muchas veces están
en hogares, donde son ellas las que están criando solas a sus hijos e hijas o
en familia, extendidas generalmente de mujeres, o sea, están las abuelas, están
las tías, y eso es una realidad que se ha venido arrastrando, aunque ha
cambiado un poco de un tiempo para acá, donde bueno, los padres como que se
involucran en el tema de la crianza en algunos segmentos de la población. Pero
además se suma todo el trabajo que se ha hecho desde lo que hacía el proceso
revolucionario de una u otra forma.
¿A qué te refieres?
Lo que ha implicado que se genere
toda una dinámica más participativa y la concreción y la creación de instancias
de tejido social en las comunidades y que generalmente han sido las mujeres las
que han tomado la batuta y las que han organizado esto aguas abajo. Entonces
eso te imaginarás toda la carga que implica, porque la mujer tiene trabajo
remunerado varios, tiene todo el tema de la carga de cuidados en el hogar, pero
además tiene toda la carga de cuidado en las comunidades, entonces eso por
supuesto tiene sus bemoles porque hay mujeres que están sobrecargadas con
relación a todas esas tareas, pero hay otras que bueno que sienten que más bien
eso les ha dado cierto nivel de empoderamiento dentro de las mismas
comunidades.
Pero algo que sí seguimos viendo y qué bueno tú muy bien lo notaste es
que a pesar de que son estas mujeres las que están organizando agua abajo,
generalmente las vocerías y los que tienen la interconexión directa con esos
espacios de poder siguen siendo los hombres los que están ahí presentes.
Incluso si por ejemplo te pones a ver la cantidad de candidatas que hay
ahorita a lo que son las gobernaciones y al tema de las diputaciones eso
también es un indicador, y no ocurre nada más en el partido de gobierno; Eso
también ocurre en los partidos de oposición. Entonces pues falta que se le dé
mayor valor a la mujer, más allá de a lo mejor verla como únicamente la que
organiza la vida.
Tiene que existir una visión no solo de la cuidadora nada más de la
casa, de la comunidad, sino que tiene que darse un rol de lideresa y un rol
también de lo que sería la intermediación, de vocería, pero de vocería de alto
nivel ante instancias del Estado, creo yo.
Ahora uno percibe
que algunas organizaciones políticas le han dado a la mujer ciertas
responsabilidades.
A veces yo siento que hay una especie de cooptación de los cuadros mujeres
que están haciendo trabajo de base y terminan siendo cooptadas por ejemplo
partidos, entonces esto por supuesto hace que su presencia sea menos activa, a
veces dentro de la misma comunidad, asumiendo otro tipo de roles. Entonces esto
también es como una contradicción que está muy latente dentro de lo que es la
conformación de lo que ha sido el Estado.
¿Y ahora dentro del proceso
revolucionario que vienen llevando adelante, qué rol tiene este tipo de debate?
Mira, yo creo que hay espacio donde se debate porque también hay que entender
que el chavismo es heterogéneo. O sea, hay diversos grupos también que tienen
diversas ideologías y tú lo puedes ver, por ejemplo, que hay sectores cristiano
evangélicos, conservadores dentro de lo que es el PSUV, por ejemplo. Entonces
claro en esos espacios yo dudo que esos debates se estén dando, así como hay
otros sectores un poco más revolucionarios dentro del mismo partido donde este
debate se puede estar dando aguas abajo, a pesar de que el tema de los cuidados
todavía es un tema que sí se da, o sea que se hacen incluso campañas, hay
compañeras, organizaciones feministas que hablan de estos temas, dan ese
debate, pero yo siento que cuando te vas a los partidos es un debate que no es
tan abierto.
O sea que podríamos decir que tiene un
poco más de intensidad el planteo, en lo
que serían los espacios sociales o comunales que dentro de las fuerzas
políticas.
Yo siento que es así, a lo mejor estoy equivocada porque tampoco es que
participo de algún partido político, pero yo sí creo que eso es un debate que
no está tan abierto porque siempre ocurre que (y esto no es nada más en
Venezuela y yo lo veo como una problemática que ocurre en los partidos de
izquierda) y es que esos debates siempre los ven como debates secundarios, o
sea, generalmente lo que implica hablar de lo que es la vida de las mujeres, lo
que afecta a las mujeres. He visto como un debate secundario y pocas veces
entra dentro de la agenda o entra así como en último punto que no es tan
importante, entonces eso es una falencia muy fuerte que yo siento que por lo
menos sí está súper presente acá en Venezuela.
¿Cuál es el papel de Utopix?
La gente generalmente asocia que es únicamente el monitor de femicidios, pero
no, nosotras y nosotros los que estamos es en una comunidad colaborativa. Nosotros
abordamos diversos temas, sobre todo desde una perspectiva antisistema
antiimperialista, anticapitalista, feminista,
y bueno, abogando por lo que son las luchas populares en el mundo. Es un
espacio colaborativo, es un espacio voluntario independiente, donde sobre todo
se abordan los temas de investigación a través de una mirada desde lo que es la
comunicación gráfica, entonces hay investigadores e investigadoras, hay
diseñadores, diseñadoras, ilustradores, ilustradores, fotógrafos, fotógrafos,
todo lo que es la comunicación gráfica. Abordamos temáticas también apostando a
la masificación.

(Antropóloga Aimee Zambrano)
Sabemos que ahora la gente no es que agarre y se lee un artículo muy
largo, sino que se va como a lo más directo, nosotros trabajamos sobre todo desde
la gráfica abordando temas y el monitor es un proyecto dentro de lo que es Utopix.
Un monitor
independiente
Es uno de los primeros proyectos que surgió dentro de lo que ha sido la
comunidad y la plataforma. Lo que hacemos es un monitoreo, un sub registro a
fuentes abiertas de investigación que es todo lo que aparece en internet. Pero
nosotros nos basamos en los artículos que aparecen en los medios de
comunicación digitales y en lo que aparecen las redes sociales sobre los casos
de femicidios consumados, femicidios en grado de frustración y femicidios de
venezolanas en el exterior para hacer un levantamiento de esos casos mes a mes,
porque en Venezuela no hay un observatorio referido al tema de violencia de
género y las cifras oficiales desglosadas no se dan desde el año 2016.
Entonces, bueno, iniciamos este
trabajo en el año 2010 emulando un poco lo que hizo María Salguero en México,
haciendo georeferenciación de los casos de feminicidio y lo que se ha hecho en
otros países. Por ejemplo, en Uruguay está una compañera que yo conozco con la
que he articulado, que ella lleva un monitor de feminicidios allá, que es Elena
Suárez.
Lo que hacemos es hacer un levantamiento de los casos, infografiamos estos
casos. Hacemos un espacio también de recordatorio, más allá del tema de la
cantidad de casos o de los números, nosotras hacemos una reseña de quiénes eran
las mujeres, las niñas o las adolescentes también para recordar estas mujeres
que fueron víctimas de la violencia feminicida en Venezuela.
Piensas que la incorporación de esta
nueva figura de jueces y juezas de paz pueda incidir algo en el tema de la
violencia intrafamiliar y de género.
Yo siento que si no hay un buen proceso formativo éstas figuras de los jueces y
las juezas de paz va a ser todo lo contrario, o sea, más bien va a exponer a
mujeres que están en situación de vulnerabilidad por hechos de violencia de
género a un proceso de revictimización e incluso de amenaza. Es importante
entender que no me parece mal la figura de los jueces y juezas de paz, pero
tiene que haber un proceso formativo y tiene que haber un protocolo. porque no
se puede dejar libre a lo que piensa el juez o la jueza de paz con relación a un
hecho de violencia de género, no puede ser a su libre determinación, entonces
eso pasa por la creación de procesos formativos, de programas de formación,
pero además de un protocolo o de una ley donde quede explícitamente cómo tiene
que ser el tratamiento frente a hechos de violencia de género en las
comunidades.
¿Cómo está en materia legislativa el
tema de violencia de género?
Bueno mira acá en Venezuela en el año 2007 se creó lo que es la Ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres
a una vida libre de violencia. Luego esta ley tuvo una primera reforma en
el año 2021, donde entra el feminicidio y la inducción al suicidio como las dos
formas más extremas de violencia dirigidas a las mujeres, y en el año 2021
tiene una segunda reforma donde entran cuatro tipos de violencia nuevos, dentro
de lo que es la tipificación de la violencia que tienen sanciones, lo que nos
lleva a un total de 25 tipos de violencia de género tipificados en el país. Te
podría decir que esta ley es una ley de avanzada a nivel latinoamericano porque
tipifica violencia como violencia obstétrica, violencia ginecológica, o sea,
tipifica inducción al suicidio, un montón de violencias que en muchos países ni
siquiera se está dando este debate, pero aún hay una deuda y esta deuda es el
reglamento que tiene que acompañar a la ley y este reglamento tiene que crearlo
el Ministerio del Poder Popular para la mujer en igualdad de género. Y tenía
que ser creado en el año 2007 para, dejar en claro los vacíos que puede tener
la ley. Este reglamento todavía no está hecho, entonces eso es algo que se está
solicitando que se haga para acompañamiento a la ley, para que bueno su
implementación no tenga vacíos legales. Entonces, es una buena ley, es una ley
avanzada pero faltan por hacer muchas cosas y cuando vemos la implementación vemos
muchas fallas, agua abajo.
Te iba a preguntar a nivel de la
instrumentación, por ejemplo, si hay este juzgado se ha especializado en
violencia de género, si hay unidades policiales especializadas en los temas de
género.
Mira si hay fiscalías y hay tribunales. Hay una que otra unidad especializada,
pero cualquier órgano receptor, cualquier cuerpo policial es órgano receptor de
denuncia. Entonces acá en Venezuela cualquier mujer o cualquier persona incluso
puede ir a denunciar un hecho de violencia de género a cualquier cuerpo
policial y este cuerpo policial está en la obligación de tomar la denuncia.
¿Qué pasa? Muchas veces los mismos desconocimientos, falta de formación por
parte de funcionarios y funcionarias e incluso alta rotación, o sea
funcionarios y funcionarias que son formados con relación a la temática de la
ley terminan siendo cambiados a otros espacios y esto implica que bueno, que
parte de esa formación se pierde porque bueno terminan haciendo otro trabajo o
terminan renunciando a cualquier otra cosa. Y entonces la persona que viene nueva
no maneja bien el protocolo y termina haciendo cosas, como intentando que
exista una mediación entre una víctima y un agresor, por ejemplo o no tomando
bien la denuncia o no haciendo bien el expediente o cosas como que a veces las
mismas mujeres tienen que entregarle la citación a los agresores o ellas mismas
tienen que buscar a los testigos. Ahí ocurren muchas cosas y esto va a depender
del funcionario o la funcionaria de turno que te atienda. Entonces nosotras una
de las cosas que también hemos exigido es que debería existir una ley al estilo
del que hay en Argentina, donde se ve todo un proceso formativo a todo el
cuerpo del Estado, a todos los funcionarios y funcionarias donde se explique
todo lo que tiene que ver con relación al tema de lo que es el género. Sí, y
por supuesto a todo lo que tiene que ver con la violencia de género, porque
también existe una especie de fragmentación; es el Ministerio del Poder Popular
para la Mujer y la Igualdad de Género la que se encarga de casi todo lo que
tiene que ver con este tema.
Pero qué pasa con el sistema de Justicia, o por ejemplo, el Ministerio
de Educación que trabaja con niños, niñas, adolescentes o el Ministerio de Educación
Universitaria, no tiene programas donde se hable de lo que es violencia de
género o por ejemplo, el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información,
no tiene una campaña permanente donde te hable de cuáles son los tipos de
violencia o dónde puedes hacer las denuncias? Si entonces la petición que hemos
hecho es que bueno, tiene que haber un plan de atención a la violencia,
nosotros le llamamos Plan de Emergencia Feminista
frente a todo lo que tiene que ver con la violencia de género y todo esto bueno
desde lo que tiene que ver con todo el cuerpo del Estado.
Hay otra problemática también en
Venezuela, que es que hay muy pocas casas de abrigo y cuando tú revisas la ley,
la ley te dice que debería haber una casa de abrigo por municipio. Y acá en
Venezuela yo te podría decir que no debe haber entre 2 a 3 casas de abrigo
cuando mucho a nivel nacional, cuando debería haber por lo menos una casa de
abrigo por Estado.
Podríamos resumir que la revolución
tiene una revolución cultural por hacer dentro de ella misma.
Yo creo que hay que entender que la violencia de género no es únicamente una
problemática de los Estados; es una problemática social, cultural y eso pasa
bueno por cambios que tenemos que hacer todos y todas; muchas veces vemos que
las campañas, ya sea incluso de los Estados o ya sea desde las organizaciones,
van dirigidas siempre a las mujeres, como si nosotras nos pudiéramos defender
solas de lo que es la violencia de género y las campañas también tienen que ir
dirigidas a los hombres a los niños, a los adolescentes y que llega un punto en
que entiendan y vean a la violencia de género como lo atroz que es que no se debe
normalizar.
Trabajar sobre un montón de cosas que tienen que ver precisamente con
este tema de los cuidados, este tema de la emulación dentro del hogar, dentro
de la escuela. Por supuesto que hace que bueno que se cambien patrones que se
cambien roles.
La transformación que se tiene que hacer es que existe una equidad y que
se puedan reivindicar los derechos de las mujeres, que todavía creo que falta
mucho por hacer.
Las organizaciones feministas, las mujeres, incluso las organizaciones
que no se asuman feministas, sino de mujeres tenemos que ver cómo nos unimos
para luchar por nuestros derechos porque pueden existir muchas leyes, pero
hemos visto cómo en muchos países la ultraderecha se ha montado en el poder y
ha revertido todas estas leyes.
Entonces nosotras activas en la calle desde una lucha constante es que
podemos hacer que nuestros derechos permanezcan en el tiempo