lunes, 6 de julio de 2015

Los Espanta Viejas

En su Editorial del jueves 2 de julio el diario “caganchero” de El País, expresa con una intención de pensamiento político profundo (que no logra superar el intento), su visión sobre la Propiedad Privada, tema colocado en la agenda pública por dirigentes del PSU y el MPP. Pocos editoriales del diario El País, desde aquel lejano “Que tupé” que le costó la vida a Beltrán a manos de Don Pepe Batlle, o las decenas de editoriales a favor de los distintos regímenes de facto (Terra y la dictadura cívico Militar) han sido expresiones dignas de tomar en cuenta, con lo cual, una vez que la nueva generación de Beltrán pone su mejor empeño, el editorial pasa sin pena y sin gloria. Como buen periódico que llega a una parte de la opinión publica conformada por ancianas que transcurren el ocaso de su vida en viviendas heredadas y con el cobro de rentas, algunas distinguidas damas que se juntan a tomar el té de las 17 horas con las “chicas” del club de beneficencia y las veteranas “señoras de” , en general distinguidos empresarios, terratenientes, comerciantes, financistas, que suelen dejar caer sus comentarios en peluquerías o frente al personal de servicio, muchas detrás de escritorios de empleos públicos, el editorial apela una vez más, como en los temas de Seguridad ciudadana a las “fibras de los temores”. “No se asuste, estimado lector. No es una pesadilla en la cual de golpe estemos viviendo en los 60”, comienza el editorial para luego realizar una serie de ataques personales sobre dirigentes socialista y del MPP que por cierto no necesitan la defensa de su integridad mediante este artículo, entre otras cosas porque todos ellos han debido y sabido enfrentar ataques más contundentes que los esgrimidos por un “cagatintas” que firma bajo el manto de un editorial. Así que intentemos rebatir los pocos conceptos políticos de importancia del editorial. Dice el mismo rebatiendo una aparente frase de Mujica: “La Constitución no fue escrita por estancieros”. Para empezar y de pasada Mujica utiliza el término “parece” (“Para Mujica nuestra Constitución "parece escrita por estancieros"), con lo cual hasta el vendedor de maní en la esquina de la redacción del diario se da cuenta que no está haciendo una aseveración categórica. De todas formas, los gauchos que morían en las llanuras con la consigna “defensores de las leyes” empuñaban lanzas y facones y derramaban sangre, al ritmo de estancieros y doctores que sólo esgrimían plumas y tintas para escribir la Constitución, Constitución que fue sufriendo sucesivas reformas sobre lo electoral y el peso político del Poder Ejecutivo. Sostiene más adelante: “La Constitución jamás pone a la propiedad privada por sobre la vida, cosa que se comprueba fácilmente leyendo el Código Penal y las penas que prevé para quien atenta contra tales derechos, cosa que le vendría bien estudiar a Topolansky.” Voy a conceder la derecha (¿qué otra cosa se le puede conceder a El País?) que la limitante en la cantidad de caracteres de un editorial obliga a tan menguado y superficial desarrollo del concepto; porque la relación de la Constitución con el Código Penal y la Propiedad Privada tiene que ver cuando esta última se siente amenazada o avasallada y como gente de izquierda nuestro principal problema con el manejo del concepto de la propiedad privada no está exclusivamente en el Código Penal sino en el Código Civil. Hablar de Propiedad Privada con la superficialidad del editorial, del diputado blanco Rodrigo Goñi, el colorado Conrado Rodríguez y del Senador Mieres, es arroparse de las sábanas para vestirse de fantasmas y espantar viejitas. Si queremos hablar del tema en serio, deberíamos discutir sobre la Propiedad Privada de los medios de producción, la tierra y recursos naturales y los adquiridos por Derechos Hereditarios. Es una verdad a medias lo que sostiene el editorial cuando dice: “la propiedad privada como garantía a los individuos del aprovechamiento de los frutos de su esfuerzo personal”. En el caso del derecho hereditario sea de bienes o empresas, el criterio de ser fruto del esfuerzo personal es bien relativo. Hay ejemplos claros incluso donde no sólo No hay esfuerzo personal (sino más bien la actitud de vivir de las sobre ganancias generadas por las generaciones anteriores), sino que mucho de los proyectos originales sean estas empresas, comercios o tierras son ofrecidas al mercado por los herederos que se dedican a nuevos emprendimientos, así que la propiedad privada ligada por Herencia no es fruto del esfuerzo personal sino de la suerte de pertenencia o asignación. Desde la Revolución Industrial, la propiedad privada ha sido coto de burgueses emprendedores y pujantes que arriesgaban en la inversión de su capital en lucha dentro del mercado y de quienes sólo poseían por toda fortuna su fuerza de trabajo. En un lenguaje marxista el fruto personal de los burgueses estaba dado por el esfuerzo en salir airosos de la competencia interburguesa y por sobre todas las cosas de la plusvalía obtenida y en el caso de los trabajadores en un esfuerzo físico y dedicación de buena parte de su tiempo para la empresa para obtener la permanencia en el puesto laboral y la mejora de sus ingresos. Esta situación que se da en el mundo del trabajo hasta nuestros días, revolución tecnológica mediante, y con relación a los esfuerzos personales permite hacer otra aseveración: “los mejores esfuerzos personales de los trabajadores dependen en el sistema de producción capitalista y Propiedad Privada, de las Ganas, de las buenas o malas Decisiones, de la gestión en su conjunto, de la suerte de los dueños de esa propiedad y de la dinámica de los mercados.” Hacer de la variable Salarial la que permita “dar oxígeno a las arcas” del empresario, las sobre ganancias por el esfuerzo ajeno y poder decidir la suerte del prójimo es una de las injusticias humanas más atroces del sistema capitalista y la Propiedad Privada. Para decirlo en términos que el editorialista dueño o al servicio de los dueños del diario El País pueda comprender: que la suerte personal de los trabajadores gráficos dependa de la pericia para los números y de con cuál pie se levantó de la cama el patrón es un acto de Lesa Humanidad. La crisis medio ambiental del planeta reaviva las viejas discusiones sobre el uso de los suelos y la propiedad sobre los mismos. Reíd dice: “El derecho de propiedad no es natural, sino adquirido: no procede de la constitución del hombre, sino de sus actos.” La cita es más larga pero nosotros agregaríamos que la gran virtud del sistema capitalista ha sido vivir en un régimen de Propiedad Privada como el estado más natural de las cosas. Si la superficie de tierra productiva disponible como fuente de productos alimenticios es cada vez menor, si se reduce la calidad y cantidad de agua potable y la pureza del aire, ¿por qué deberíamos seguir sosteniendo que sólo unos pocos afortunados sigan usufructuando los mismos cuando ahora la humanidad como especie debe su sobrevivencia al acceso justo de los mismos recursos naturales? Rescatándome de estos pensamientos que me sumergieron en tales profundidades volvamos a algo tan banal como el editorial en cuestión. Banal porque toda esta discusión sobre la propiedad privada el editorial esgrime por todo ejemplo: “La propiedad privada es fundamental en un país, no porque el sistema quiera gente egoísta e individualista... Pero si a usted eso no le gusta, y quiere gastarse el fruto de su trabajo en una TV de 100 pulgadas, también lo puede hacer. Ahora si el sistema se plantea a la inversa, es imposible. Las reglas solidarias y socialistas que sueñan estos políticos, siempre coartan el derecho de la gente a hacer lo que quiere con su vida”. Esta es la estrechez de análisis y superficialidad a la que condenan a la discusión los intelectos reaccionarios. Si la defensa de la Propiedad Privada, si su uso irrestricto quita el libre albedrío a los trabajadores, los condena al desempleo, los expulsa del campo o le niega el acceso a la vivienda, no hay problema en tanto usted si puede porque el patrón y el mercado se lo concedieron, comprarse un televisor, no importa si tuvo que hacer horas extras de más, y verlo en un living que no es suyo siempre y cuando su salario le permita pagar la luz. No hay un sólo ser humano de izquierda que cuando pone en tela de juicio el régimen de propiedad privada se refiera a la TV, la vivienda y siquiera otros bienes de consumo o transporte. Termina diciendo El País: “La constitución uruguaya es vieja y sabia. Establece que el derecho de propiedad es sagrado, pero está limitado por el interés general. Y se puede revocar siempre que se garantice el pago de una "previa y justa" compensación. ¿Qué tiene eso de malo? ¿Qué solución mejor ofrecen a cambio?”. Lo sabio de nuestra Constitución como la de las mayorías de las constituciones es oficiar de contrato entre explotados y explotadores con la mayor naturalidad, entre propietarios y excluidos sin mayores conflictos y privilegiar desde siempre lo Sagrado del Derecho sobre el interés General. El mantenimiento de lo Sagrado sobre el interés general no sólo recae en los artículos constitucionales sino en los del Código Civil y Penal y en los últimos tiempos, en las decisiones de organismos que como la Suprema Corte de Justicia se han convertido en el “largo brazo” de las oligarquías criollas. Lo que tiene de malo se puede leer en las cifras que gobiernos de izquierda han tenido que venir a revertir en el empleo, la salud, la vivienda, el acceso a la tierra y el aparato industrial y productivo. Otras constituciones, la española, la brasilera, la venezolana, la ecuatoriana han adquirido redacciones para que el interés general prime sobre el individual, sobre todo si el mantenimiento del interés individual representa grandiosas injusticias.

viernes, 3 de julio de 2015

Metástasis

Metástasis
¿Qué tienen en común Xavier, Vázquez y Martínez? No sólo la extracción o pertenencia al PS; son el triunfante resultado electoral de una izquierda que en Montevideo representa a la clase media habitando sobre la costa montevideana desde Ciudad Vieja hasta Carrasco y que en el caso de las internas del 2012 tuvo mejor capacidad de respuesta que los sectores más humildes que viven en la periferia. Casi podríamos decir que todos los elegidos son la expresión de una izquierda moderada, previsible, aunque esto no explicaría la buena votación nacional una vez más del MPP y la presencia de la UP: ¿cuán a la izquierda entonces está el electorado frenteamplista?. Confiamos en que Tabaré no defraudará por un lado a un electorado de centro que le dio su apoyo en el balotaje con un sorpresivo “golpe de volante” y tampoco a un movimiento sindical con una “arrulladora prosa ideologizada”. Cierto es que el “Taba” y la izquierda toda tendrá por delante el desafío de un tercer gobierno con una economía que por la coyuntura internacional no será de bonanza. La medida de restringir las salidas al exterior y justificarlas, si bien debería ser una actitud en cualquier coyuntura económica, es de orden en esta etapa, la austeridad en los gastos públicos es una actitud de izquierda. Ajustar la ley de Inversiones en función de los últimos acontecimientos con las empresas multinacionales lácteas salvaguardando los derechos de los trabajadores es una actitud de izquierda. Democratizar aún más el acceso a la salud, la vivienda, la educación y los servicios públicos es una actitud de izquierda. Replantear la lucha contra el proceso de Concentración de la Tierra, la Extranjerización y por la Seguridad Fronteriza , al tiempo que se le brindan más herramientas a Colonización para favorecer el acceso a la tierra a trabajadores rurales es una actitud de izquierda. Continuar un proceso de Redistribución de la Riqueza mediante la mejora del salario, las condiciones de empleo y la inversión en infraestructura para la población: transporte, caminería, alumbrado público es una actitud de izquierda. Nos desconcierta la gestión en las relaciones internacionales; ahí no hay siquiera actitud. El problema que con sólo la actitud del “Taba” quizás no sea suficiente; el “giro a la izquierda” en lo discursivo deseamos no entrañe un desesperado intento por volver a contar con las voluntades que una impronta en estos 4 meses de tomar distancia de la gestión Mujica fue posicionando en una suerte de “lealtad sin apasionamientos” hacia el tercer gobierno. El movimiento sindical, los trabajadores, los pequeños y medianos productores, tienen tantos motivos como los empresarios e inversores para querer saber claramente, en una coyuntura de retracción económica para dónde se volcará un gobierno que ascendió con un afiche de centro izquierda durante la profundización de las luchas por el Ingreso y las Fuentes laborales; la “metástasis del capitalismo” pondrá a prueba la pericia del oncólogo.

“SANTAMARTECINOS”

“No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo” Victor Hugo. En el número anterior de Mate Amargo intentábamos reflejar una pequeña postal del cambio político cultural que se percibe en el “Uruguay profundo” y que tuvo su expresión en el resultado electoral del 26 de octubre. Ese cambio en la percepción de lo político es lo que intentamos escudriñar, no por el apetito académico de los politólogos previendo nuevos escenarios políticos electorales, sino vinculado a lo que podría ser el debilitamiento de una hegemonía que dominó durante lustros y que fue patrimonio casi exclusivo de la derecha. Para quienes sostenemos la necesidad de la transformación de las Relaciones de Producción en la estructura y la superestructura, la comprensión de este fenómeno se torna un desafío impostergable. Es un viejo apetito de ciertos núcleos de la izquierda el poder visualizar con cierta claridad al "sujeto social de los cambios", el otrora integrante de las organizaciones políticas “de vanguardia”, el obrero industrial y campesino de los 60. El crecimiento sostenido del electorado frenteamplista en el interior profundo nos habla de un cambio de época; Importa si, poder descifrar “que” cambió. ¿variar su clásica opción tradicional a la hora del voto por la propuesta progresista, ha variado otras conductas de su vida cotidiana, de su percepción sobre el entorno que lo rodea, ha roto definitivamente las relaciones de clientelismo de los “caudillos” locales? Santa Marta juega al primer mundo Gracias a los shoppings y a las hamburguesas La comida rápida, la moda inglesa, Se festeja Halloween ¡vaya sorpresa! Pero nadie sale sin cerrar la puerta Sálvese quien pueda se acabó la fiesta, La siesta y la paz. Sl la preferencia electoral de nuestro “Santamartecino” vinculada al modelo de sociedad que quiere para vivir se basó en “no saber Lo Que quiere pero si Lo Que No quiere”, la no renovación del voto a los partidos fundacionales parece clara, ha impactado en su dimensión de cotidianeidad la concreción de la Agenda de Derechos y los Planes Sociales .La izquierda deberá asumir el desafío de elaborar una opción que le permita al “Santamartecino” encantarse en función de “Lo Que quiere”. Menuda tarea para organizaciones políticas de izquierda sin la adecuada atención en la formación de sus militantes, un crisol de definiciones sobre el “Ser de Izquierda”, el modelo de Socialismo, los aparatos políticos en función de la lógica meramente electoral, como si se hubiera convertido para organizaciones políticas que se planteaban la toma del Poder el único terreno de acumulación posible, la confusión entre Renovación de la dirigencia y la juventud, la lenta asimilación de estarse convirtiendo este Frente Amplio en un Partido Tradicional. Si tomamos 1989 como la primer experiencia de gestión de la izquierda uruguaya hasta el fin del gobierno de Mujica varias generaciones han pasado y algunas han crecido bajo gobiernos progresistas. En la casa de aquel viejo obrero fabril y militante sindical, huelguista contra el golpe, militante clandestino en la dictadura, también crecieron sus hijos durante la reapertura democrática y la reorganización del movimiento popular, y ahora sus nietos achican las barreras del acceso informático con el plan ceibal. En el medio, brutales políticas de exclusión con el desmantelamiento industrial de los 90 y la crisis del 2002. La suerte de nuestros “Santamartecinos” no debería depender de las condiciones externas y su impacto en la balanza comercial, ni en los “talenteos” y golpes de suerte de nuestros cuadros políticos al frente de la Gestión Institucional. Teóricamente el involucramiento en la conducción de los destinos políticos del país es un horizonte pero la experiencia de descentralización en Montevideo dejó en evidencia que con la sola voluntad de hallar mecanismos de Participación no alcanza. Aunque hay “luces de vela” como guía en ese sentido. Por su impacto en el territorio las experiencias descentralizadoras del Ministerio de Ganadería, con el fortalecimiento Institucional de las Comisiones de Fomento Rural, los emprendimientos de las nuevas colonias del INC, la experiencia de los Centros MEC, han ido creando nuevas de relaciones sociales, económicas y productivas. Esto se puede constatar en sectores culturalmente individualistas, a los que han aterrizado las políticas públicas de generar “autoridad” territorial en los productores organizados en sus comisiones de fomentos, la creación, uso y administración colectiva de aguadas y campos de pastoreo, las nuevas formas colectivas asociativas de nuevos emprendimientos teniendo como eje la lechería y el tambo, la inclusión de alfabetización informática de los centros MEC y otras experiencias similares. Seguramente estas políticas más las leyes laborales y el Plan Ceibal se han reflejado en el resultado electoral favorable a la fuerza política de los cambios, fortaleciendo una incipiente “identidad Frenteamplista” que trasciende grupos políticos y a la propia vida orgánica del Frente Amplio. Como decía el escritor francés Víctor Hugo parece haber llegado la hora de una idea. Una idea que para sorpresa de la dirigencia de izquierda “moldeada al calor de las batallas urbanas”, trascendió el manejo mediático de las encuestas y los temores de los dirigentes “atrapados” en una actitud cómoda de lectura de la realidad desde los medios de comunicación. Los “Santamartecinos”, frenteamplistas de a pie que no ingresan asiduamente a un comité de base más que a retirar listas o ver el padrón electoral o asisten a algún acto que no los estruje en interminables oratorias, llenan con su presencia ventanas, balcones, vehículos, discuten en el almacén, defienden la de Otorgues, algunos al precio de ser “parias” en el poblado. Quizás ellos, estén construyendo una nueva forma de relacionamiento social y político que no identificaremos solo a “olfato electoral”. Lic.Alejandra Álvarez Ricardo Pose.

Molotov

La resistencia finlandesa contra la intervención soviética en la era de Stalin y Molotov justamente, copió el modelo de bomba incendiaria que los franquistas habían inventado durante la Guerra Civil Española. Las vueltas de la historia hicieron que el famoso coctel se convirtiera en una de las armas de auto defensa popular más conocidas y utilizadas hasta nuestros días. El “Bebe” Sendic ironizaba sobre el uso de botellas de Coca Cola por parte de los jóvenes peruanos para la fabricación de tal artilugio pirotécnico. Uno podría leer en esa botella de vidrio con nafta, aceite y un trapo por mecha (o aquella más estilizada con la pastilla de Potasio) parte de la mejor historia de las luchas obreras y sobre todo estudiantiles también en Uruguay. Cuenta la leyenda que para aquella barra estudiantil del FER – 68 [i]el coctel era tan consumido como la grapa con limón. Peo también se pueden leer otros pasados, presentes y futuros. Esa botella bien puede representar el pasado y el presente de una de las expresiones más tangentes, materiales, visibles, palpables del sometimiento y la dependencia uruguaya y de buena parte de los países del Tercer Mundo. En la gráfica se puede observar claramente en un periodo histórico que se inicia en 1882 y culmina en 1997, poco más de cien años, el importante volumen que implica el petróleo y sus derivados como fuente y consumo de energía.
Como demuestra en su estudio Reto Bertoni la brutal dependencia en el pago de divisas hizo que el consumo de petróleo incidiera en el PBI; la historia de la matriz energética uruguaya es parte de la historia del sometimiento económico de nuestra soberanía, como se demuestra en el cuadro que sigue.
Pero aún hay más, porque comprender la importación de la fuente fue una de las características. La otra es en que se usó.
Analizando el periodo 1948 (impulso industrial de Luis Batlle) hasta el 2000, los sectores que caen estrepitosamente en su consumo son justamente los industriales y productivos, lógica de un sistema que se edificó en ancas del neoliberalismo en los servicios y lo financiero. Las políticas públicas de explotación de los recursos hídricos significo un tibio avance en la búsqueda de ganar soberanía con respecto a la dependencia de importación, al igual que la creación de ANCAP en ganar independencia a la hora del procesamiento de la materia en crudo. UTE se creó en 1912 y la lucidez de Don José Batlle ya permitía avizorar las causas y soluciones para el tema energético. El monopolio de los alcoholes se encontraba en discusión legislativa desde el año 1902, mientras que el de refinación de petróleo y fabricación de portland desde 1929. Diez años antes de la creación de ANCAP, don José Batlle y Ordóñez comenzaba, desde tribunas y en editoriales del diario El Día, su prédica a favor de la creación del ente energético: “La República envía al exterior en pago de alcohol, kerosene y bencina, más de seis millones de pesos por año. Una buena parte del oro que entra en ella, a cambio de sus productos, vuelve a salir inmediatamente a cambio de esos artículos. Y esa masa de dinero que se va, al par que aminora nuestra riqueza, contribuye poderosamente a inclinar en contra de nosotros la balanza del comercio internacional y a pagar las diferencias de cambio como las que agobian a nuestra importación”. En otros escritos, el líder del Partido Colorado, señalaba: “La República, puede, no obstante librarse de los enormes tributos que pagamos, produciendo ella misma el combustible que necesita, pudiendo ahorrar anualmente, mediante su propia industria lo que ahora paga anualmente sin necesidad”. Con la dramática crisis del capitalismo del año 1929 (año en que muere José Batlle y Ordóñez), muchos políticos parecieron tomar conciencia de la necesidad de que el monopolio del alcohol, junto con la importación del petróleo crudo, fueran un campo básico y una estrategia fundamental para la actividad económica de nuestro país. El 15 de octubre de 1931, se clausuraba el período de actividades legislativas de ese año. Diversas decisiones tomó en esa jornada la Asamblea General, varias de ellas referentes a la industria y a la ganadería. En las actas de ese día, se puede leer, que con el número de Ley 8.764, “El Senado y la Cámara de Representantes de la República Oriental del Uruguay, reunidos en Asamblea General decretan: Artículo 1º.- Créase un Ente Industrial del Estado, que se denominará: “Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland”, con el cometido de explotar y administrar el monopolio del alcohol y carburante nacional y de importar, rectificar y vender petróleo y sus derivados y de fabricar portland. A tal fin, se declara de utilidad pública el derecho exclusivo a favor del Estado y sugirieron la creación de una flota petrolera y asegurar el suministro del crudo por parte de la Unión Soviética. Los esfuerzos de la CIDE tampoco lograron plantear un panorama esclarecedor para el sector energético, a pesar del claro desarrollo institucional de lo petrolero y el sector eléctrico. En este sentido tanto para conducción de UTE como de ANCAP se plantea limitar las funciones ejecutivas de los directorios políticos para amortiguar los bruscos cambios de orientación cada 5 años. En el “cepalino” Plan de desarrollo de la CIDE, la idea fundamental era proyectar la demanda planificando la oferta, teniendo como una de las alternativas la interconexión regional (Represas de Palmar y Salto Grande). También ya se proponía que las tarifas expresaran los costos reales y que los sectores subsidiados (bajos ingresos o de promoción) fueran objeto de una explícita decisión. Todas medidas tendientes a lograr un autofinanciamiento de los entes energéticos. Ambos entes, al que luego se sumarían ANTEL, y OSE debieron soportar los embates de la ola neoliberal de los 90. El debilitamiento institucional, las prácticas de “compartimento estanco” también expresadas en las oficinas públicas uruguayas y la falta de una clara definición de una Política Publica de Energía, era el estado de situación energético Institucional. En 1907 se dan los primeros pasos de creación Institucional de lo que hoy conocemos como Ministerio de Industria Energía y Minería, quien define y conduce también la política energética, y coordina la participación de los diversos actores con empresas estatales líderes, eficientes y dinámicas, como principal instrumento de aplicación de las Políticas Públicas, la participación regulada de actores privados, según las condiciones definidas por el Poder Ejecutivo en un Marco Regulatorio transparente y estable que brinde garantías a empresas y consumidores. Para lograr esa tarea de coordinación de todos los actores y el diseño de la política pública de energía se fortaleció dentro del MIEM la Dirección Nacional de Energía, la URSEA y se instauro el Fondo Sectorial de Energía, junto a una actualización legislativa y fuertes inversiones en UTE y ANCAP. Sin embargo debió llegar el gobierno del Frente Amplio para desarrollar una decidida transformación de la matriz energética. En el 2006 el petróleo representaba el 64,6% de las fuentes energéticas. Para el 2010 se redujo al 45,6 %, con el crecimiento y utilización de otras fuentes energéticas: biomasa, eólica, hidroeléctrica de ciclo compuestos, gas, leña y está previsto que para el 2015 pueda minimizarse hasta el 39 %. Respeto muchísimo a los compañero/as que en defensa del medio ambiente se han plantado en contra de la instalación de otras fuentes energéticas, porque creo que honestamente omiten discutir en estos términos. Hay otros que manejando esta información radicalizan su discurso al punto de parecer misioneros de las Exxon Móvil, la BP, o la Royal Dutch Shell por nombrar solo algunas de las mega empresas petroleras cuyas ganancias anuales superan el PBI de muchos países. Estas medidas forman parte de las batallas por la Liberación Nacional y el socialismo, para quienes hace mucho aprendimos que Gobierno y Poder son dos categorías distintas. [i] Frente Estudiantil Revolucionario 1968, agrupación estudiantil afín al MLN-T. - See more at: http://mateamargo.org.uy/index.php?pagina=tema_central&seccion=¬a=473&columnista=38&edicion=19#sthash.8yZ9FNMf.dpuf

Del Ceibal a las Urnas

El voto frenteamplista en algunas zonas del Uruguay profundo consideradas bastiones de los partidos tradicionales y más específicamente del Partido Nacional, han desatado la voracidad racional de hallar respuestas de politólogos y otros actores del universo político que permitan volver a encasillar voluntades en el “herbario” correspondiente. La primera constatación objetiva es que mas allá de quien salió airoso en determinados circuito hay un sostenido crecimiento de la coalición de izquierdas. La segunda constatación aunque no tan explícita a veces (por explicita entiéndase la identificación personal con distintivos en los domicilios o la concurrencia a actividades proselitistas) son los nuevos rostros que se suman al “afiche del votante frenteamplista”. Son rostros curtidos de paisanos, de las mujeres rurales pero tan importantes como los que acceden al derecho por edad al sufragio, son los jóvenes que incorporaron en su matriz de pensamiento la opción política progresista. Un estudio indicaba que de cada diez jóvenes, seis votaron al FA. Habría que poder cuantificar cuantos jóvenes de entre 14 y 18 años hubieran votado a la izquierda de poder hacerlo. La “foto de perfil”, la “selfie del Frente Amplio” se ha actualizado. Ya no es la imagen de la izquierda urbana de los 70, la izquierda de overol con algún “sobretodo” y “poncho” sumado por los dirigentes que se venían de los partidos tradicionales. Ellos siguen estando pero en el periplo de crecimiento, de acumulación por las opciones electorales de izquierda se han sumado los sectores mas excluidos, los hasta ayer indigentes, los que siguen en los rangos de pobreza, cuantiosos integrantes de la nueva y la vieja clase media. Hoy se suma la de los trabajadores y las familias rurales, los peones de estancia así como algunos industriales y empresarios de visión nacional y modernos empresarios del agro. Estamos convencidos y hasta lo reconocen los propios “cerebros” de los partidos tradicionales que este fenómeno de crecimiento sostenido ha venido para quedarse y que la expresión electoral es solo una de las manifestaciones de ese crecimiento. El “Sobretodo es para el Frio” sostenemos; admitiendo la imparcialidad de un cristal ácrata que posee nuestra lupa de estudio, posicionados en un contexto espacio temporal donde nos identificamos epidérmicamente con los primeros organizados anarquistas que bajaron de la panza de los barcos a organizar a la clase naciente clase obrera uruguaya entre el derrame de hemoglobina de partidos políticos en pugna, banderas de ganaderos latifundistas unos, estandarte de comerciantes e industriales otros, nos parece un “mecanisismo”, una “haraganería intelectual” el brioso resurgimiento de la teoría que compara este momento histórico con el del primer Batllismo. Para no herir sensibilidades diremos que hay Batllistas en el Frente Amplio, que la decisión de aquellos dirigentes de los partidos tradicionales a sumarse a la creación de la coalición de izquierdas (Seregni, Zelmar, Roballo) fue fundamental para la concreción del proyecto político pero son todos llegados; reiteramos, hay batllistas en el FA, hay cierta gestualidad política que hace rememorar al “Sobretodo” pero el Frente Amplio ni sus políticas son batllistas. Sería motivo de otro artículo sobre todo pensando en los más jóvenes demostrar periodo a periodo las profundas diferencias de desarrollo económico social y político entre los dos Uruguay de principio de siglo, así como el abismo entre el rol jugado por Jose Batlle su partido y su “estado” y el rol jugado por el Frente Amplio, Tabaré, Mujica y un estado sin comillas. (El orden tampoco es casual situando al hombre, la organización y el estado). Reconocemos la tesis por la cual la gestión de Batlle alumbró al batllismo y apegándonos a la misma diríamos: la gestión del Frente consolido el frenteamplismo. Nótese la particularidad que Batlle ingresa a la cancha grande como triunfador luego de un periplo de resistencia incluso armada y como tal impuso las condiciones del ganador. El Frente llega luego de décadas de historias de resistencia y de derrotas. Llega incluso a contra pelo (IMM en el 89) cuando el panorama internacional dejaba de abonar los ejemplos de construcción socialista de muchos de los grupos que lo integran. Llega incluso en los estertores de los europeos Estados de Bienestar de los 70; “El sobretodo” y el “poncho saravista” serán puentes de integraciones a la fuerza política y de “votos prestados”; pero el “perfil mental” del frenteamplismo tiene algo de aquellos pero no es aquello. Porque el Uruguay tampoco es aquel Uruguay siquiera de los 70. El ciudadano medio uruguayo ha asimilado como aberrante la violación a los derechos humanos como algo cotidiano en su vida, se han roto los lazos de “fidelidad partidaria”, de legado familiar de la fuerza política, ha visto por televisión cómodamente sentado en el living las guerras que lanzan los macanudos muchachos yanquees y el horror de los niños arrasados y el desarrollo tecnológico les permite incluirse más allá de las fronteras físicas. Un niño recibe en su escuela cercana al paraje “Paso del borracho” su ceibalita; en el medio de esos “desiertos verdes” ve junto a su familia los últimos goles de Neymar o de Suarez. El minúsculo aparato cambia la dinámica familiar, por momentos se convierte en su centro y con el, por momento también los niños se convierten en el centro de la familia. La cristalización de una de las políticas de gestión del Frente Amplio llega con ese aparato pero llega a todos los niños de todas las familias sin distinción de balota y eso aunque los beneficiarios no lo puedan abstraer se llama Inclusión. También los padres de los niños cambiaran su relacionamiento cotidiano con el capataz y patrón de estancia; el esfuerzo remunerado en su justa medida es un reconocimiento a su labor, y aquellos empresarios sensatos verán en el reconocimiento salarial y de derechos de sus trabajadores un mejor desempeño, o al decir de sus contadores, un mejor rendimiento. El par dialectico (que no resolverá la contradicción Capital-Trabajo) Patrón- empleado ha sufrido modificaciones. La misma situación de muchas empleadas domesticas para poner ejemplos donde el vinculo laboral es “cuerpo a cuerpo” y materializar los derechos laborales (aun desde la época de Batlle) siempre ha costado. Nuevos vínculos laborales en función de derechos conquistados, (que no hay que confundir con los consagrados en la Agenda de Derechos por qué culturalmente en muchos sectores de “crecimiento” sobreviven conductas retrogradas con respeto a la regulación del cannabis y el matrimonio igualitario) la inclusión informática desde la ceibalita, la sensación generalizada de confianza en el “mañana”, las obras de infraestructura, son el caldo del cultivo de este “nuevo uruguayo” progresista. Cambia fundamentalmente la forma de comunicación y la percepción sobre el nosotros y ellos, las dimensiones de las distancias físicas y las barreras geográficas, se han ampliado las ventanas de información y en el riesgo de una acentuación del individualismo se está más comunicado. Entonces no es la estúpida consigna de que gracias al Plan Ceibal, los consejos de salarios, las 8 horas, etc….esas son marquesinas bastardas de una campaña electoral. Afortunadas y sabias las palabras de Tabaré en no pedir el voto como gesto de agradecimiento, aunque muchos ciudadanos lo agradezcan eternamente, pero confían en quien puede seguir adelante con la obra iniciada y lejos de estar concluida. Necesitamos una fuerte dosis de comprensión y confianza en el proceso para asimilar que los mismos que hoy apuestan por la Publica Felicidad Nacional mañana puedan votar a su noción de “Publica felicidad municipal”. Apostamos todos los boletos a esta ciudadanía frenteamplista mas allá de mesas políticas, presidencias y estructuras frenteamplistas sin que sea una guiñada para las Redes y los apóstoles de lo inorgánico. Pero esa masa en términos clásicos viene desarrollando una nueva conciencia, un producto genuinamente “made in uruguay”, un candombe, una murga, un tupamarismo o batllismo en convivencia con las tradicionales ideas socialistas, comunistas o social demócratas, ateas, agnósticas y cristianas. Nótese que si el resultado electoral fuera un absurdo reflejo de los logros de una gestión, y habiéndose ejecutado, programado y proyectado en el primer gobierno de Tabaré Vazquez no se explicaría el contúndete resultado electoral de Mujica a través del espacio 609 pero una lectura marxista podría concluir que en realidad el 26 de octubre hubo un reconocimiento a la labor de Mujica y a Tabaré en la instancia de elección interna y del 26/10. Entonces volviendo al título el viaje de navegación de las ceibalistas a las urnas reflejan un nuevo devenir; a diferencia con el periodo batllista (y perdonen la insistencia) no como un camino a contra pelo de lo que pasa en la región y en el mundo sino siendo parte de una conciencia progresista mucho mas global y que sigue ratificando rumbos de izquierda , sin confundir rumbo con triunfos. - See more at: http://mateamargo.org.uy/index.php?pagina=notas&seccion=la_ronda_del_mate¬a=675&columnista=38&edicion=25#sthash.vNbqLnkt.dpuf

Las movilizaciones chavistas no serán transmitidas

  El rol de los grandes medios de comunicación y ahora de las redes sigue siendo el mismo que cuando la derecha dio el golpe de estado contr...