De La estación de Metro de Caño Amarillo en
Caracas, vamos subiendo el cerro en un espiral ascendente hacia el 23 de Enero;
objetivo: conocer la experiencia en la Comunidad Socialista el Panal.
Para los montevideanos el 23 de enero es un barrio que
asemeja a los complejos habitacionales de Euskalerria, solo que éstos tienen un
bochinchero colorido caribeño.
Cira será nuestra guía recorriendo primero el barrio
para luego ser el contacto con Robert Longa, principal vocero de la Fuerza
Patriótica Alexis Vive (FPAV).
Cira, europea de origen se afincó hace tiempo en éste
barrio y es uno de los cuadros políticos de formación de la FPAV.
El 23 de enero es un barrio cargado de historias de
resistencias populares, retaguardia de grupos guerrilleros en los 70 y de
luchas de masas durante la cuarta República, y de base de movilización desde la
Venezuela que nació con Hugo Chávez.
Este sábado la gente hace la vida cotidiana de
cualquier complejo habitacional; aprovecha el sol para disfrutar de los
espacios públicos y se aglomera en torno a (incomprensibles aún para mi
todavía) partidos de beisbol.
También hay canchas de fútbol, pero el beisbol se lleva
las palmas, y las almas.
Me empieza a sorprender que entre la gente de variada
edad que deambula entre los corredores, muchos llevan la remera celeste de la FPAV;
“aquí somos un vecino mas y la gente nos reconoce como uno de ellos”, me
explica Cira.
El paseo a la sombra de los grandes bloques de pronto
se torna en un pasillo angosto que empieza a recorrer otra arquitectura, casas
bajas de uno o como mucho dos pisos, mas humildes pero igual de concentradas.
Un detalle pintoresco cada tanto es un cartelito en la
puerta: “acá vive un carpintero” u otros oficios.
La presencia de la FPAV es evidente en muros y en
carteles que anuncian la distribución de alimentos u otros servicios para la comunidad.
La
Alexis Vive
Por su metodología la FPAV semeja una clásica organización
anarquista; es una organización política con un fuerte arraigo en el trabajo
social y desarrollo de la comunidad, no es una apuesta electoral y pretende “dejar
de existir” cuando la comunidad esté en condiciones de hacerse cargo de su
propio rumbo.
Pero no es anarquista claro, de hecho se definen como
una organización de cuadros leninista.
Hay una simbiosis entre la actividad político
partidaria y la comunal que no es sencilla de establecer sus limites; los
naturales dirigentes comunitarios que encabezan proyectos o sostienen organizaciones
integran la FPAV.
Al decir de Cira, la militancia de la FPAV es el “motorcito”
de ésta comunidad.
La FPAV no solo encara el desarrollo comunitario;
también ha debido asumir la autodefensa de la comunidad cuando ésta ha sido
intervenida por las bandas del narcotráfico y otras formas de delincuencia, lo
que le ha permitido ganarse el respeto y reconocimiento de la comunidad.
La FPAV por supuesto no es ajeno al proceso político bolivariano y se
enmarca dentro de una estrategia global de desarrollo del futuro Estado Comunal
y se ha colocado bajo el “paraguas” del Partido Socialista Unido de Venezuela
(PSUV) estableciendo alianzas de apoyo electoral con alguno de sus sectores.
La FPAV no solo ha organizado a la comunidad
socialmente siguiendo su histórico acervo comunal de organización, sino que
impulsa proyectos productivos en la búsqueda de una autonomía y soberanía que
permita ir construyendo el carácter socialista de la comuna.
La
Confederación Comunal
Con Cira recorremos algunos de los proyectos
productivos; un pequeño frigorífico de cerdos que aspira luego a faenar otras
especies de animales incluidos vacunos, producción horticola, de productos de limpieza,
textiles, de producción de materiales de construcción y otros proyectos de carácter
educativo y cultural.
Durante la crisis de la pandemia, la FPAV generó un
bono que sustituyera la escases de bolívares y la economía venezolana, generando
un Banco que permitiera una economía interna alternativa.
Como organización de cuadros la formación política
cumple un rol central.
Una de las limitantes para el desarrollo de muchas de las
actividades laborales explica Cira es la poca formación en muchos rubros de
oficios de la población, nacida en un pais rentista. El actual proceso de
desarrollo productivo que impulsa el gobierno de Nicolás Maduro genera
expectativas en revertir esa situación, contando con la ayuda de brigadas
internacionales que brindan su experiencia laboral.
La FPAV mantiene una mirada constante apoyando la lucha
de otros pueblos y en ésta coyuntura, la del pueblo palestino, que se expresa en
pintadas de muros y actividades de difusión.
Luego de varios contactos nos vamos a entrevistar con
Robert Longa; en un rincón dentro del complejo esta “la sede” de la FPAV y la
oficina donde funciona su conducción.
La
profundidad del proceso
Llama la atención el dirigirse por parte de los
militantes de la FPAV a Longa como Comandante; seguramente es la lógica de
organizaciones que desarrollan actividades de autodefensa, pues lo mismo hemos
apreciado entre la militancia del Movimiento Revolucionario Tupamaro.
Una lógica nada descabellada si se toma en cuenta la
violencia desatada desde el golpe de estado contra Chávez por parte de la
extrema derecha política.
Longa es un dirigente joven, corpulento, que inspira
cierto respeto quizás por la condición que el entorno hace prevalecer como de un comandante.
Habla rápido y tiene un relato que apela constantemente
para fundamentar sus expresiones a la cita de dirigentes políticos de la izquierda
latinoamericana y de los clásicos del marxismo, incluidos algunos poetas de la
cultura popular.
Su mirada tiene una constante valoración estratégica y
táctica del proceso bolivariano y dentro de ellas, el rol de la comunidad de El
Panal.
Consultado sobre si los actuales proyectos productivos
ya se pueden definir como desarrollo de una economía socialista, Longa explica
lo que califica como una fase de economía
cruzada.
Explica Longa: “Nosotros enfrentamos una guerra económica; hay un debate
mundial ahorita incluido los BRICS por el tema de los aranceles; no queremos asfixiarnos en el mundo
globalizado y en ésta guerra. Nosotros
tenemos que tener una lógica, unos elementos tácticistas que nos permita como
naciones de capitales primarios (el socialismo también necesita de capital) planificar
la economía, planificar la vida y Mandel
le llamaba la distribución de la riqueza. No le tenemos miedo a la riqueza, nosotros
estamos en una etapa de tener acumulación de capitales para construir un modelo
de producción en el cual creemos y poder dar el salto”
Para Longa éste
proceso de construcción que también debe apelar a un cambio cultural de las
pautas de consumo, también en materia de alimentación, no puede soslayar el
escenario internacional.
“Están buscando
destruir la especie humana porque el humano le estorba, porque el humano siente
y a nivel productivo el humano se puede “quedar dormido”, porque el humano
puede cometer errores en la producción y los tipos como detestan eso, crean la
pandemia y meten los robots para no tener dolores de cabeza. No es posible
saber hasta dónde llegará el superhombre habiendo vencido monstruos y fabricando
complicados aparatos que parecen superar a su cerebro. Construir la paz están
matando al pueblo palestino, al pueblo yemení, al pueblo de Líbano, hay guerra entre India Pakistán; están destrozando el mundo.
¿Cómo tu combates con unos carajos que están luchando por el exterminio de la
especie humana, cómo tú rivalizas en
medio de la contradicción con ellos?; tienes que crear elementos que te permita
tener eficiencia política revolucionaria y pasa por penetrar el mercado. Es una
etapa también que te puedes definir como la transición hasta espacio y tiempo”
Longa enfatiza sobre
el carácter propio de éste proyecto: “Muchas de esas cosas son muy propias de
nuestra construcción. Yo no creo que estemos descubriendo el agua tibia, es
nuestro proceso que nos está llevando por allá a nosotros, pero no lo decreto”.
El objetivo que se
propone de largo aliento la FPAV es la Confederación Comunal que Longa define
así: “Es un espacio de construcción colectiva desde donde ustedes empiezan por
la ciudad comunal, un intercambio de las federaciones y que pasa por un
consenso donde todas las comunas creemos un Estado Mayor, con un mayor cúmulo
de participación popular y eso que llaman los consejos populares, los comunes
articulados en la plataforma donde la asamblea sea la máxima instancia.
Nosotros aquí en la comuna, nuestra máxima instancia de toma de decisiones es
la asamblea de ciudadanos y ciudadanas. Tiene que haber un concepto de
construcción, entonces nuestras comunas van a construir sobre la tesis del
socialismo del siglo 21, espacio y tiempo. Ahora nosotros no tenemos diferencia
entre ese socialismo del siglo 21 y el socialismo. Creemos que es el
socialismo, ahora paso y tiempo y donde las comunas no pueden ser un apéndice
de una estructura política, de un capitalismo de Estado. Las comunas tienen que
“aburrir” al Estado y construir el modelo y ahí tiene que haber la mayor suma
de participación de los comuneros direccionando al país”.
Preguntamos a Longo
como se imagina ese proceso de transición y explica:
“Hay una fuerte presencia de los movimientos
sociales. Surgen los chalecos amarillos en Europa, surgen Los Nadie, los
indignados en Europa. No es que los
partidos vayan a desaparecer, son las circunstancias históricas que han llevado
los pueblos a asumir el poder y los partidos de nuevo tipo son más tácticos que lo estratégico (La FPAV es un
movimiento táctico) .No es el fin último de la revolución dirigir la comuna, la
comuna lo tiene que asumir comuneras y comuneros. Y nosotros como parte de una
de esas vértebras de esa gran columna vertebral que es el pueblo tenemos que
contribuir a eso. Tenemos que ser un eje transversal en transición del Estado y
esa gran masa y contribuir a la formación, porque tampoco se puede imponer el
socialismo. Por eso es que hablamos de una etapa de transición hacia la comuna.
Por eso es que yo creo que ahorita con el presidente (Maduro) está viendo un
momento espléndido empujando a las comunas asumir, y lo hacemos combatiendo
desde la lógica que se nos ha impuesto, nos desdibujamos de la construcción
para que no pase como a algunos partidos de Latinoamérica que cuando llegan al
poder se fueron a vivir para donde ellos cuestionaron y criticaron. El tema no
se trata de un odio a la clase (burguesa), el tema es que tú no te puedes parecer a esa
clase y te olvidas de los humildes.
Yo estoy convencido
que los consejos comunales y las comunas tienen que ser una creación del
pueblo, no tiene que estar tutorado por nada y es el pueblo en asamblea quien
define su lucha, su programa de lucha, no imposiciones ni de leguleyos ni de
aristócratas intelectuales del pensamiento. Es el pueblo que tiene que haber
pues y por eso democracia participativa y protagonista. Las comunas no pueden
ser elementos de tercer cuarto piso porque nosotros no somos las asociaciones
de vecinos de la cuarta República, y las comunas del movimiento popular tenemos
que llevar una profundización de la revolución y radicalización de los procesos”.
La visión de Longa reivindica
una fuerte visión internacionalista: “Tenemos que tener una visión
internacionalista en la lucha revolucionaria, es decir, por nosotros tenemos
que llegar a la quinta internacional comunal socialista del mundo. Y, así ya
estamos apuntando”.
Una cuestión fundamental que preguntamos a Longa es si la autodefensa y la
organización de las comunas descansan y reside solamente en la lealtad de las
Fuerzas Armadas a este proceso responde recitando una consigna:
“Crear, Poder Popular, crear, crear milicia popular”; pregúntale a Allende qué
pasó con Pinochet? ¿Pregúntales a los argentinos qué pasó con Videla? Es la fusión Popular, militar, policial y por
eso es que se habla de la guerra de todo el pueblo. Ahora eso hay que ordenarlo
porque tampoco vas a estar creando grupos anárquicos. ¿O vas a crear un estado
islámico? El pueblo tiene que estar preparando sus estructuras combatientes. Ahora,
no es el foco de la colectivización, de La Vanguardia, es el pueblo en armas”.