lunes, 6 de febrero de 2023
El libreto del Kapital
Las democracias occidentales, entendiendo por democracias un sistema donde persisten como en Uruguay elecciones libres presidenciales, parlamentarias y departamentales, un sistema representativo y el funcionamiento y reconocimiento de la Independencia de Poderes, no logran sin embargo resistir a la Dictdura de los capitales y la dictadura de los ilustrados.
El Poder las empresas multinacionales, muchas de las cuáles tienen ganancias anuales superiores al PBI de muchas naciones, imponen sus condiciones a países que no logran generar motores de economía nacional, entre otras cosas porque muchos empresarios nacionales se han convertido en socios o gerentes de las multinacionales.
Los gobiernos de Derecha ofician como gestores dentro de su país de los intereses del Capital, flexibilizan los controles del Estado, desregulan las relaciones laborales y le sirven en bandeja de plata leyes que dan un marco legal a su actuación, aunque eso implique pérdida de soberanía.
Los gobiernos progresistas por el contrario, gobiernan en el limite impuesto por las multinacionales; aunque intentan medidas de regulación y controles y cada tanto logran quitar una tajada para la distribución de las ganancias.
Pero, como el dueño de la pelota que amenza con retirarse y terminar el partido, las multinacionales les imponen la espada de Damócles de realizar o no inversiones que generen aunque mas no sea, eventuales fuentes de trabajo y reactivación economica.
Bajo esa lógica además, los gobiernos progresistas se ven obligados a bailar al son de las contradicciones que le genera ésta situación; el Ministerio de Trabajo, el de la Policía y la institucionalidad del Estado en manos del progresismo queda "enfrentado" al conjunto de los trabajadores.
En el caso especifico del Uruguay, los progresismos son la versión remasterizada de los "amortiguadores batllistas" del siglo pasado; nada mejor que un "compañero" en el gobierno para calmar los ánimos de los explotados.
A esta Dictadura del Capital, para la cuál los sectores populares aún no han construido una herramienta eficaz para enfrentarla se suma la Dictadura de la Ilustración, ilustración que ya no es necesariamente enciclopedica, sino informática.
Repetir la cantinela de que se precisan trabajadores formados con nuevas capacidades, oculta el hecho de que el acceso a los Conocimientos esta vedado a las grandes mayorías.
El proceso de concentración y jerarquización del conocimiento en manos de Instituciones privadas, no es solo un problema de mercado.
El capital necesita trabajadores formados que pueden y deben integrar sus cuadros gerenciales en las finanzas, la producción y la distribución; el resto es mano de obra barata y a diferencia del capitalismo del siglo 20, no necesita de un "ejército de reserva".
Sin embargo, y aunque no se pueda identificar una actitud de resistencia, los sectores marginados y excluidos por la ilustrada dictadura del Capital va tomando otras formas.
Empieza en su origen con una esencia demandante, insastifecha, cuestionadora de la cotidianeidad, que en apariencia se colma con alimentar el hiper consumismo.
Los procesos de descentralizacion politica y economica con base en lo local y desarrollo territorial podrían a llegar a ser subversivos para el gran Capital, pero los sectores progresistas e incluso los de definición socialista no los tienen en su horizonte.
Mientras el progresismo mastica el tallo de pasto pensando como administrar mejor el Capitalismo, esos espacios territoriales con autonomia politica y economica han sido ocupados por el narco tráfico, esa suerte de Dictadura del elemento lumpen de la sociedad.
La pandemia del coronavirus vino a poner arriba de la mesa y a cuestionar la naturalización del orden vigente; faltó el impulso creador de transformar la desmovilización de la economía en un programa alternativo que pusiera al ser humano en su condición comunitaria capaz de sobrellevar su relacionamiento con el entorno sin los estandares del capitalismo.
Son los renglones en blanco en el libreto del Capital donde los pueblos pueden escribir las condiciones, aunque por supuesto nada de ésto será gratuito.
Uruguay va hacia su latinoamericanización, y Latinoamerica camina a su africanización.
Los primeros 20 años del siglo XXI, tienen mucho de los primeros años del siglo antecesor para los sectores populares y puede ser una experiencia superadora si se señalizan los caminos sin salida que ya recorrimos.
Las buenas intenciones de una gestión estatal condujeron a simpáticas burocratizaciones y corporativismos que a la hora de los bollos, aseguró el bienestar de la clase media.
El movimiento sindical dejó pasar el tren de potenciar las empresas autogestionadas por los trabajadores que era sin duda un camino superador de la lucha por el salario.
La descentralización política no fue mas allá de la representatividad politica ( en conciliabulos entre sectores politicos) cuando debió apostar a la descentralización de recursos y generar espacios de decisión y poder de las organizaciones territoriales y de base.
No hubo una apuesta decidida a debilitar la partidocracia en desmedro de la acumulación electoral para desarrollar la conciencia y participación comunitaria.
Y esas debilidades, ambiguedades, cálculos electorales, son los mejores aliados de la dictadura del Kapital.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Las movilizaciones chavistas no serán transmitidas
El rol de los grandes medios de comunicación y ahora de las redes sigue siendo el mismo que cuando la derecha dio el golpe de estado contr...
-
“El Uruguay tiene identidad como para tres países” , suele decir el musicólogo brasilero Guilherme de Alencar Pinto, que ciudadano casi na...
-
El rol de los grandes medios de comunicación y ahora de las redes sigue siendo el mismo que cuando la derecha dio el golpe de estado contr...
-
Desde hace 10 años el reconocido periodista y director de Le Monde Diplomatique entrevista al Presidente de Venezuela Nicolás Maduro los 1 ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario