
Reconstruidos los
"tradicionales resortes batllistas " de los conflictos sociales, el conflicto en Montes de Plata culminó con un acuerdo entre trabajadores y empresarios sobre las necesarias medidas de seguridad, luego del fallecimiento de un trabajador por incumplimiento de las mismas, faltas de controles y muy a pesar de los pomposos y anfitriones carteles que se jactaban de tener O accidente.
Logro mas que justificado por la decidida acción de las organizaciones sindicales que, para asombro de cualquier ciudadano consciente de pisar el siglo 21 y el Uruguay Progresista, obtienen como gran triunfo medidas de seguridad laboral.
De todas maneras el conflicto sindical en la empresa transnacional mas importante del actual Uruguay debería dejar varias enseñanzas para una izquierda, no solo la uruguaya, que no logra resolver el tema del desarrollo de Economías genuinamente Nacionales.
La inversión que se transformara en la mas importante del Uruguay no solo por su volumen sino por el hecho de cerrar en Suecia una de sus plantas mas importantes y que hizo restregar las manos de alegría a los proyectos de Desarrollo que su presencia en el país implica, no tardo en demostrar, lo que varios dijeron , parece obvio pero es el proceso de luchas de clases en la lógica capitalista.
Asi, cuando una esquemática visión del asunto de las relaciones laborales parecía visualizar a lo sumo una tensión entre los representantes del Ministerio de trabajo , los empresarios y las organizaciones sindicales ( por suerte de las tres FOEYMA SUNCA y UNTMRA, estas dos ultimas las mejor organizadas y movilizada del movimiento sindical), estallo ante los ojos el intrincado mundo de las empresas tercerizada y su mano de obra extranjera, disimulando con un cierto decoro de ingresos las brutales condiciones de exposición ante los riesgos laborales a que son sometidos.
Parece que en la lista de los Debes los controles del estado y la eficacia de sus medidas tiene un tiempo de impostergable ajuste. Centenas de observaciones durante el 2012 no pudieron detener la muerte de un obrero que por el volumen y calidad de las observaciones se puede calificar como "Crónica de una muerte anunciada".
El desarrollo organizativo y su capacidad intacta de movilización con la instalación de ollas. marchas y ocupaciones son un orgullo para la clase trabajadora uruguaya, aunque alguno de sus voceros permita velar dudas sobre la estrategia autentica del movimiento obrero o la de la organización política obrera que tiene la mayoría de su conducción.
En la izquierda deberíamos hablar con mas franqueza de estos asuntos por que si el conflicto en Monte de Plata carece de legitima autenticidad por las condiciones de trabajo, y en realidad obedeció a una estrategia de acumulación de fuerzas sin miramentos de reconocer la necesidad de emprendimientos extranjeros por no poseer los nativos,esa estrategia, efectista en el corto plazo lejos de generar conciencia de clase, desarrolla una visión mas corporativista.
Pero mas nos preocupan ciertas señales que pretendieron restarle importancia ( e incluso difusión al conflicto) bajo la lógica de que toda conflictividad puede poner en duda la capacidad de gestión del Gobierno, de que cualquier medida fuera de lugar parecería justificar la amenaza de la campaña electoral del Dr. Lacalle sobre que el gobierno de izquierda no alienta las inversiones.
En el peor de los casos, el mudo neutralismo que pretende instalar el conflicto como una empresa de buenas intenciones pero plagadas de pequeñas empresas descriteriadas y sindicatos en manos del ala radical del PCU.
La resolución no podía ser otra que llegar a un acuerdo, tal la fuerza de los trabajadores,y las macanudas intenciones de los inversionistas. Lógico también para un Uruguay que despega lenta pero firmemente en el desarrollo capitalista mas genuino.
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