La obra y conferencia de Abel Prieto (Pinar del Río,
Cuba, 11 de noviembre de 1950) profesor, cuentista, escritor y político
cubano. Ministro de Cultura de Cuba en dos ocasiones y actual Presidente de la
Casa de las Américas, desde 2019), las venimos siguiendo con atención desde su
exposición en enero en Caracas.
En julio de éste año con motivo del Foro Internacionales
organizado por el Instituto Simón Bolívar y la Red de Intelectuales y Artistas
en Defensa de la humanidad, volvimos a conversar con él para tener de primera
mano su visión sobre la dimensión cultural occidental de hoy y los alcances de
la guerra cognitiva.
Me interesa tu visión sobre las actuales
guerras mediáticas y de comunicación, esta guerra de carácter cultural, por
decirlo de alguna manera, con los nuevos instrumentos que la tecnología permite
generando además cambios de conducta o de comportamiento.
Yo creo que ese es uno de los grandes temas, Ricardo. Y es un campo donde la
derecha y te diría que la ultraderecha está tomando ventaja sin ninguna duda.
A mí Ramonet me decía
que tenemos un hándicap para la batalla en las redes, que es la ética, la
izquierda tiene el hándicap de la ética para vencer en esa batalla, porque en
las redes la derecha, la ultraderecha, los trolls, los robots, están mintiendo
todo el tiempo.
La mentira se ha convertido en un arma implacable, repetida una y mil veces
siguiendo los consejos de Goebbels: “repite una mentira y vas a convertirla en
verdad” y las redes te manipulan Ricardo la información y te manipulan las
emociones.
Hay un componente
emocional en la en la influencia de la red que es realmente yo te diría
decisivo.
Las redes no te invitan
al análisis, no te invitan a evaluar una situación, a escuchar argumentos. Tú no escuchas
argumentos, tú reaccionas o de una manera de aceptación exaltada o de rechazo
visceral. Ahí no hay términos medios ni hay una evaluación ni hay un sopesar.
Mira este otro tema: no se no se leen los desmentidos. En este mundo de hoy,
una mentira circula y es replicada cientos y miles de veces. Incluso la fuente
original dice que hay un error que no fue exactamente así, pero ya ese
desmentido nadie lo lee, no tiene el menor impacto. La gente prefiere quedarse
con ese titular mentiroso tóxico, emponzoñado, venenoso realmente.
¿Cómo se aborda esa batalla entonces?
Yo creo que la batalla
en las redes hay que dar una visión crítica , un pensamiento crítico, no
pensamiento que evalúe todos esos mensajes que te lleguen las 24 horas por el
móvil que le llegan a la gente joven, a los adolescentes.
Es el drama de
adolescentes debutando en la política con posiciones misóginas, racista,
antiinmigrante, antifeminista, contra
los homosexuales, las lesbianas, es decir, esa rabia se convierte como un signo
de rebeldía.
Es el caso Milei Ricardo que lo votaron muchos jóvenes, lo apoyaron muchos
jóvenes.
Dicen los compañeros que han hecho un análisis de ese triunfo abrumador de este
demagogo fascista, que jóvenes varones menores de 35 años fueron la gran masa
de votantes que lo llevaron al poder a Milei
En esa guerra de contenidos donde de
alguna manera hay un relato contra hegemónico, ¿con solo eso alcanza o también
la izquierda debería plantearse la posibilidad de desarrollar sus propios
medios tecnológicos, porque de alguna manera se da esa batalla en las redes,
pero de alguna manera, por aquella vieja máxima marxista, los medios y los
productores de producción siguen siendo los mismos , los mismos dueños con una
suerte de libertad de decir: bueno, sigan discutiendo hasta que les bajamos la
llave?
El tema es que es un terreno minado, es un espacio que no nos pertenece, que
pertenece a grandes corporaciones, que se benefician con el tráfico, y que por ejemplo te regulan la cantidad de
seguidores si tú empiezas a ser peligroso; eso es un drama: como fundar nuevos
espacios, cómo.
Ahí habría que meter en esto a los científicos, a la gente del mundo de la
informática. Habría que evaluar todo lo que se pueda hacer, tener soberanía
tecnológica. Eso ha sido uno de los de los reclamos durante años de la
izquierda, ¿cómo lograr soberanía tecnológica? ¿Cómo lograr no darle tus datos
personales a corporaciones que después las venden para campañas electorales o
para campañas publicitarias?
Hoy vivo en un mundo
vigilado, los algoritmos por ejemplo, interésate en internet por comprar una
lavadora nueva y te van a estar llegando anuncios de lavadora durante meses
a tu computadora o a tu móvil porque te identificaron como un posible
consumidor, pero lo mismo pasa en todos los campos, en los campos de la
política.
Ellos tienen modulado
el auditorio. Los usuarios de las redes están divididos en vamos a decir en
como una especie de arquetipo, un arquetipo formado a partir de todos esos
datos y por ejemplo, si tú tienes una familia, te preocupa que entre un ladrón
en tu casa, entonces a ti te mandan mensajes a la carta, digamos, sobre el
fascista que te va a proteger, que va a garantizar la seguridad ciudadana, que
va a impedir que venga un emigrante y se te meta por la ventana y viole a tu
mujer y te saque los sesos o te corte el cuello, es decir, es una
maquinaria de fabricar miedo y de fabricar odio.
Utiliza mucho el miedo, que es otro cuando tú
te lees los 11 principios de la propaganda de Goebbels, que hay que leérselo
ahora, releerlo a la luz de este debate sobre las redes sociales, parecen
escritos para las redes sociales, simplifica el mensaje. “No te pongas a
edulcorar las cosas ni a someter a tu auditorio a ningún tipo de razonamiento
complicado, simplifica las cosas, identifica al enemigo y habla de él todo el
tiempo”, el enemigo, el enemigo, sean los migrantes, sean los rusos, sean los
comunistas; te va nutriendo ese odio, esa agresividad permanente contra ese
enemigo que identifica y te trabajan, te manipulan y te conducen.
Esa es la gran angustia de Martí. Ser culto es
el único modo de ser libre.
Fidel decía: “sin
cultura no hay libertad posible” y Fidel, en un discurso en la Universidad
Ricardo del año 2005 habla de que desde fuera no podían destruir la revolución,
pero que los propios revolucionarios cubanos podían desde dentro destruirla.
En ese discurso hay un
pasaje sobre los reflejos condicionados, Fidel dice que la maquinaria esta de
manipulación sumada a la propaganda comercial crea reflejos condicionados y el
imperialismo dice: “Cuba es mala, el socialismo es malo y allá repiten los
pobres de la tierra, los que no tienen educación, los que no tienen salud, los que
no tienen ninguna esperanza: Cuba es mala, el socialismo es malo, por reflejo
condicionado y eso está funcionando enormemente en las redes.
Hoy la palabra comunista se ha convertido en
un insulto y para nosotros es motivo de orgullo y se ha convertido en un
insulto, en sinónimo de represor, en sinónimo de perseguidor de las libertades,
de corruptos.
Una cosa es que van
creando esos reflejos condicionados y que decía Fidel: la desinformación te
limita el conocimiento, los reflejos condicionados te quitan la capacidad de
pensar, decía Fidel, te arrancan la capacidad de pensar y él añadía el peor
error de un revolucionario es no pensar, y en este momento ese tipo de alerta
de Fidel se multiplica con todos estos mensajes, con toda esta locura en la que
vivimos, donde hay muchos retrocesos intelectuales en las generaciones más
jóvenes.
Yo tuve un Congreso de pedagogía en La Habana
donde se hizo un panel sobre estos temas. Y las pruebas estas que se hacen de
concentración de capacidad para concentrarse, por ejemplo, el tiempo en que un
adolescente se concentra en una imagen, en un texto, en un tema es cada vez
menor, tiene que pasar a otra cosa, se aburre.
Es gran la gran tragedia de los adolescentes de hoy: “me aburro”.
En lo que le llaman el scrolling, tienen que pasar a otra imagen a otro tema y
todo eso les va fragmentando la realidad. Les impiden profundizar en los
asuntos. Hace muchos años un escritor italiano muy importante que se llama
Alessandro Baricco decía: “La gente no profundiza, van surfeando, sobre el mar
de noticias, el mar de información y nunca profundiza” y ese drama hoy se ha
multiplicado de manera exponencial y vivimos un mundo cada vez más atontado
aletargado con gentes que no profundiza, con gente que no razona y yo creo que
este este ha sido uno de los grandes temas para pensar la guerra, la cultural,
simbólica, cognitiva.
Se la hacen a Venezuela, se la hacen a Cuba todos los días y a todos los países
que pretenden ser soberanos.
Esa guerra genera además una colonización
cultural.
La colonización
cultural, que se ha multiplicado con las tecnologías. La idea de que somos inferiores,
de que tenemos que mirar hacia el norte obsesivamente, que allí están los
superhéroes. Los famosos superhéroes están ahí. Y que tenemos que seguir el
relato del norte, el discurso del norte y sentirnos verdaderamente ciudadanos
de segunda clase.
Gente inferior, sencillamente.
¿Cuáles deberían ser los métodos para el
rescate y la identidad cultural de nuestros pueblos Además, en este marco
general de una cultura de frivolidad como venías detallando?
Yo creo Ricardo primero no se puede confundir esta batalla en defensa de nuestra
identidad con ningún chovinismo.
Martí dijo: “patria es humanidad” y el primer libro que publicó la revolución
cubana fue El Quijote, la más grande novela de todos los tiempos. Es decir, en
el año 60 se inauguró la imprenta nacional con una edición popular del Quijote.
Es una señal deslumbrante de lo que es apropiarse del patrimonio cultural
universal y convertirlo en algo al alcance de todos.
Te das cuenta se puso a la mente un precio irrisorio en 5 tomitos, con las
ilustraciones de Gustavo Doré.
Yo diría que uno de
los grandes temas es tratar por todos los medios de difundir el patrimonio de
nuestras naciones de nuestros pueblos, tanto la llamada alta cultura como la
cultura popular, tratar de promover por todos los medios lo mejor del
patrimonio universal, tratar de articular los núcleos de resistencia cultural,
de modo que los mensajes que lanza Telesur o que lance Prensa latina, que pueda
lanzar tú desde Uruguay sean replicados.
Yo creo que el tema de articular nos es clave,
sea para combatir el fascismo como para combatir la colonización, como para
defender la identidad de nuestros pueblos y de la gran patria latinoamericana,
porque esa es otra de las cosas que sufre con esta colonización, yo creo que el
gran tema es ese : articular.